
Mariano Rajoy cumplió ese viernes un año de gobierno y ha sido elegido Maya del Año por sus vaticinios
Según estaba establecido en el calendario maya de la cuenta larga, el final del 13 katun, es decir, el 21 de diciembre de 2012, el 4 ahau, 3 kankin, era el día señalado para el apocalipsis, el fin del mundo. Desde el ministerio de la presidencia del Gobierno español (hay más gobiernos en el mundo, pero el único que cuenta es el de España, aseguran desde liberticida digital) ya habían planificado la jornada, adjuntamos borrador al final del texto. Sólo que no ha llegado a materializar. ¿Porqué? Aquí exponemos las mismas.
Un señor bajito y con bigote, con pintoresco acento texano ha afirmado sin ruborizarse que le pidió permiso a su amigo George para hablar a Dios sobre la necesaria suspensión del evento dado que el fin del mundo no está contemplado en la constitución española. Y como no aparece no puede llevarse a cabo, lógicamente.
Friedrich Wilheim Nietzsche (1844-1900)



“En esta vida lo más importante no es caerse, sino levantarse con más fuerza” decía el Lehendakari Ibarretxe. Y añadía que “buscaremos los caminos y si no los encontramos los inventaremos, decía Anibal. Desde la política es igual.” Con la vitoria de EAJ / PNV hemos homenajeado la victoria del 1 de marzo de 2009, prácticamente con los mismos votos y los mismos escaños. Ayer bajo el liderazgo de Juan José Ibarretxe, hoy del de Iñigo Urkullu. Nuestro Lehendakari, mi Lehendakari.
“El pasado no se borra, ni se edita, ni se cambia. Sólo se acepta y se supera.” Muchas cosas hemos visto y vivido en esta legislatura que jamás se debiera haber producido. El denominado Gobierno del fin del mundo, el de Patxi López, recogió un país saneado como Noruega y nos pretende legar un país endeudado por culpa del gasto corriente. Eso lo vamos a vivir. Y lo vamos a superar. Porque ha llegado la hora de recuperar nuestro país, recuperar un Parlamento Vasco y liderar un Gobierno Vasco que represente y respete a la mayoría social de este país, bajo el liderazgo del Lehendakari Berria: Iñigo Urkullu.
Catalunya, la patria de los catalanes, vive tiempos interesantes. A la catástrofe que supone el expolio fiscal hay que sumarles la reiterada negativa del Estado Español (ya sea del PSOE o del PP, Rubaljoy en suma) a cumplir con la palabra dada, asumir y ejecutar sus compromisos. Prefieren ejecutar a Catalunya. Artur Mas y CIU han cumplido con sus compromisos con su gente y con su patria. Y es que no les queda otra que buscar su propio camino, pues les han cerrado todos los demás. Y ahora nos hablan, aquí, de la búsqueda de un Artur Mas versión vasca a quien votar. Veamos un poco a qué se refieren y quien puede ser esa persona.
Cabreado es una palabra muy ligera para expresar el sentimiento que muchas bizkainas y bizkainos vemos en el absoluto e incontrovertible desgobierno y despilfarro llevado a cabo por una banda de cuatreros infiltrada en Lakua en estos años. Es increíble todo lo llevado a cabo por esta gente contra el motor y la gasolina de Euzkadi. O quizás precísamente por eso. Si acaban con el alma de nuestra patria, acaban con ella. Eso creen. Pues no, la gente es consciente de que es lo que ha ocurrido. Hagamos un breve repaso.
Catalunya por su independencia es un título que sugiere el título del libro del maestro, Bizcaya por su independencia. Y es que parafraseándole Catalunya es la única patria de los catalanes. Y a ellos corresponde decidir que quieren que sea su patria, sin más límite que el de su propia voluntad y el respeto escrupuloso a los derechos individuales y colectivos. Y el derecho de las minorías resultantes, lógicamente. Pero comprendiendo que ha habido mucha violencia. Más allá de la que terminó en 1992 existen violencias como la violencia estructural o la violencia cultural. Y cuando se habla de la existencia de una mayoría silenciosa cabría recordar que la nombró por primera vez Richard Nixon en la convención de 1972. Una referencia para tener muy en cuenta.
“Cada nacionalitat ha de tenir el seu Estat” afirmaba Prat de la Riba. Y Francesc Macià añadió que “els obrers de Barcelona es van convencent i es convenceran tots ells que no hi ha possibilitat de llibertat individual sense aconseguir la llibertat collectiva; el dia que estiguin convençuts d´això, lluitarem units per aconseguir-ne una i una altra a Catalunya”. La búsqueda de lo nacional y lo social, es decir, la Justicia Social. En el caso de Catalunya, en los últimos 33 años CIU y ERC han compuesto gobiernos diferentes que pueden ofrecer una visión bien clara de cual es la postura del estado español sobre las diferentes materias y sobre su relación con Catalunya, por tanto, las consecuencias son en base a la experiencia vivida, la del fracaso del hasta ahora modelo autonómico.
¿Qué es la verdad? Pregunta difícil, pero la he resuelto en lo que a mi concierne diciendo que es lo que te dice tu voz interior. En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle. La violencia es el miedo a los ideales de los demás. Y Ghandi añadió también: Cuando me desespero, recuerdo que a través de la historia, los caminos de la verdad y del amor siempre han triunfado. Ha habido tiranos, asesinos, y por un tiempo pueden parecer invencibles, pero al final, siempre caen. Elementos todos ellos a tener en cuenta, pues como el mismo dijo era preferible un mal gobierno pero propio a uno bueno pero extraño, al igual que cuando pronosticó la salida de los ingleses de la India afirmó que prefería que fuera una despedida como amigos. Buenos principios.
Muchas personas están más a gusto con viejos problemas que con nuevas soluciones. José María Aznar ha afirmado que “nadie va a romper España” y quienes intenten hacerlo cometen “una deslealtad” y “una gravísima equivocación”. Nada nuevo. Y si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Es lo mismo que se encierra en la ecuación I+D+I, de Investigación, Desarrollo e Innovación (a la que le falta un +K de Kultura, y que cada pueblo aplica la suya). Es una fórmula que hay que aplicar, también, al ámbito delas instituciones y de la política. Hemos de ser capaces de afrontar los nuevos tiempos con ánimos renovados y sin taras ni rémoras del pasado.
Catalunya es una nación. Los términos del debate son importantes, porque marcan el terreno de juego, los instrumentos de la dialéctica y el marco de desarrollo de los proyectos que sobre ellos se puedan construir. Los nombres por los que se denominan a las cosas van unidos a los símbolos, que de por sí no son nada, pero vienen cargados de lo que la comunidad con ellos identificada le quieran dar. Son aglutinantes, iconos que representan hacia el interior y hacia el exterior quienes son y que son los miembros de esa comunidad. Y en el todavía vigente marco de la constitución española de 1978 Catalunya es una nacionalidad.
A costa de la crisis, y una vez la gente se encuentra en situación más que delicada, desde hace ya un tiempo, de manera sibilina, virál en internet, a través de cadenas supuéstamente apolíticas (nadie lo es, en todo caso, apartidista, pero tampoco: si no te gusta ninguno, funda uno) sobre temas que suponen ataques directos sobre las líneas de fondo del entramado político administrativo, y, también, en el jurídico-político. No todos los que dicen ser demócratas lo son en la realidad. Aunque digan que es algo de toda la vida. Por un lado están los ataques contra los funcionarios, por el otro a los diputados, y de otro, directamente, a las autonomías. Y es que todo tiene una intencionalidad política, se diga o no, se explicite o no. Una democracia va más allá del nombre. Implica muchas cosas, muchos detalles. Aunque su defensa sea ahora vista como impopular.
Cría fama y échate a dormir. Hay muchos casos en los que el cliché construido sobre un territorio o una persona prevalece sobre cualquier realidad, investigación o noticia que puede provenir de dicha zona o persona. Es una forma de simplificar. Ya dicen que el diablo está en los detalles. Por eso hay mucha gente, inducida o no, que trata de obviarlos, suprimirlos e ignorarlos. Por nuestro bien. No vayamos a descubrir que la realidad es mucho más compleja de lo que se nos presenta habitualmente. Uno de esos casos es la ciudad de Santander.
Es evidente que el pecado original es común a ambos enclaves. Y se llama Javier de Burgos y su división territorial en provincias de 1833. La así llamada “Guerra de la Independencia” que afirmaba ideas como que era preferible el más árido paraje mesetario que cualquier idea presuntamente moderna traída del extranjero (concretamente de la vecina Francia) acabó pariendo la más afrancesada de las posibles constituciones, la de 1812 de Cádiz. De entre los preceptos que perduraron está el de la re-estructuración del entonces imperio, el artículo 10, que hace enumeración de dichos territorios. La anterior no servía, para los propósitos de la nueva administración del nuevo estado, es decir, España. A imitación de lo que había ocurrido en la Francia post revolucionaria. Y los territorios con especificidades diferentes a su entorno fueron entregados “voluntariamente” a la nueva provincia de régimen común más próxima. Como eran Oñati, Trebiño y
Ahora es un momento de cambio, 2012, un año que se supone es el del fin del mundo, pero, claro, todos los años tenemos, en cierta forma, un fin del mundo. Se acaba el calendario, lo descolgamos, lo tiramos a la basura y nos compramos otro. Y con el final de la cuenta larga del calendario maya puede pasar igual. Y es que en 2002 el PP quería cerrar el modelo autonómico con la imposición… mejor dicho, negociación de las transferencias de las competencias de Sanidad y Educación. Eso si, sin renunciar a mantener las estructuras intactas de los ministerios correspondientes en Madrid. Y, lógicamente, con una modificación de la financiación de las comunidades de régimen común. En 2012 el cierre del modelo se anuncia en forma de “revisión” de las competencias y de las posibles duplicidades. Y otros hablan directamente de eliminar las autonomías, algo que a alguien le interesa que se extienda entre españolas y españoles.
Últimamente se corean mucho los lemas de “España una y no cincuenta y una” o la expresión de los 17 mini-estados que serían las comunidades autónomas. Con el pequeño y necesario matiz de que la mayoría de ellas han sido y son gobernadas por partidos – franquicia con matrices en Génova o en Ferraz, conocidas calles de Madrid, por ser las sedes de PP y de PSOE. Es decir, que si alguien habría credo precísamente en alguna de esas comunidades donde no había una especial reivindicación en un mini-estado son precísamente los mismos que se dan golpes de pecho por la unidad de “España”, estado que en realidad es una “nación de naciones”, o, como alguien lo ha denominado en América Latina, sería el Estado Plurinacional de España. Y tampoco hay que olvidar que lo que es hoy ha ocurrido en el pasado. Ya lo dijo el gallego: Spain is different.


Hay momentos en la vida
en los que debemos, ante las dificultades que jalonan nuestro camino,
apostar fuerte, pero sobre seguro, con un valor en el juego por algo
en lo que creemos firmemente, con un caballo que, por mor de ser el
mejor de la carrera, nadie le va a conceder el valor que tiene,
porque como tal, es una apuesta por volver a la raiz, con
racionalidad, sentido común, y bases firmes, sobre lo que tiene que
ser lo que nos rodea, lo que sentimos nuestro, y lo que nos une, y es
que desde que Sabino Arana dijera que Euzkadi es la patria de los
vascos, no ha dejado de ser ésta nuestra única patria.
Introducción

