lunes, 30 de enero de 2012

Baiona antes que Cadiz, el principio de las nacionalidades

Por mucho que se empeñen los exégetas de las muy ilustre nación (sic) española, la primera constitución de la que tuvo conocimiento el estado español fue la que el emperador corso le dió en Baiona en 1808. ¿Que fue una carta otorgada? Pues si, pero la de 1834 también lo fué. Ha habido más ejemplos de ello a lo largo de la historia. Y, tal vez, no interese acercarse a dicha constitución, porque, de los representantes que fueron a Baiona, había un tal Juanjo, que puso las cosas en claro, y así se reflejó en el artículo 144 de aquella constitución. Luego vendría, el 19 de marzo de 1812, día de San José (Pater Putativus), la pepa del pepe. Negando la mayor a muchas cosas, legítimas, que había planteado el tal Juanjo. Y es que, en cuestión de liberalismo, como han dicho, sólo podía quedar uno.