sábado, 22 de octubre de 2011

Un escenario Post - ETA

Euskadi y Navarra, y los estados español y francés en su conjunto, afrontan un futuro sin ETA. Experiencias de finales de la violencia hay muchos en el mundo. Y alguna lección, en su caso, tal vez se pueda aprender. No hay que cerrarse a beber de otras experiencias, aquellas que se hayan saldado con éxito, por supuesto. Y es fundamental tener en cuenta que el proceso puede ser largo. El reconocimiento del daño infligido es la piedra sobre la que erigir la reconciliación y la superación de las consecuencias del conflicto violento, expresado en acciones terroristas. La sociedad futura ha de poder vivir en paz y el libertad, con las heridas restañadas y cerradas, la herida de la violencia supurada y superada, y abordar todos los temas, sin exclusión ni limitación desde el diálogo, la negociación y la política. Palabra y acuerdo, democracia en suma.