Alderdi eginez, Aberria eraiki

Un rasgo fundamental que ha caractertizado y vertebrado toda sociedad humana, desde la las humilde hasta la más poblada, sea cual fuere la latitud de su establecimiento, e independientemente de las características y evolución o trayectoria que la hayan ido estructurando a lo largo de su historia es la búsqueda de una forma de gobierno, por llamarlo de alguna manera, que de forma a la relación entre individuos. A día de hoy hay que reconocer el equilibrio entre dos realidades innegables, como son los derechos individuales y los derechos colectivos. De un lado estaban los que creían que sólo se debía atender al individuo, y de ahí surge el camino hacia el totalitarismo liberal; y de otro en que sólo existe la comunidad, y de ahí surge otro camino hacia el totalitarismo comunitarista. Hay ejemplos dantescos tanto para lo uno como para lo otro. El elemento central es saber combinar ambos planos. Y sobre esa base, construir una forma de encauzar esas aspiraciones de manera organizada, como ejemplo de esa entidad de la que forma parte.

La realidad nacional vasca proviene de la tradición foral, y, asimismo, del Reino de Navarra, donde las tenencias eran de por vida, pero no eran hereditarias. Y en los fueros hay elementos igualitaristas y de derechos de los individuos. Basta hacer un repaso al fuero de Bizkaia para comprobar la base asamblearia y de abajo arriba, estructurada, y de carácter democrático, que caracterizó, durante siglos, a la realidad institucional del pueblo vasco, pues los demás fueros eran un espejo muy similar, prácticamente igual, al de Bizkaia. Es a la hora de dar voz a esa comunidad, cuando surge la necesidad, en tiempos modernos, de dotarse de un instrumento político propio para desarrollar esa vocación de defensa de lo propio, característica de cualquier colectivo humano de cualquier parte de nuestro planeta azul y verde.

La estructura de partido, como es necesario, ha de incorporar esos elementos nacionales, y, como es natural, llevar a cabo la labor de crear estructuras que integren las realidades en las que se distribuye esa realidad nacional, creando y generando equipos de trabajo, grupos de gente comprometida y bien preparada para afrontar los retos que surjan tanto en el ámbito social como el nacional, es decir, que la apuesta por dar cauce hacia esa forma de estructuración del pueblo vasco en instituciones vascas tenga como principal instrumento el alderdi. Ya es conocido que un partido es un instrumento, y que hay muchas otras herramientas para dar cauce a las aspiraciones nacionales del país de vascas y vascos, pero hay que reconocer la primacía del alderdi, y que es sin duda la mayor, la más útil y la mejor de las herramientas al alcance de la sociedad vasca.

Euzko Alderdi Jeltzalea es quien responde a esa realidad, desde el 31 de julio de 1895, aunque el año anterior ya se inagurara el primer batzoki, o en 1893 se diera el primer discurso nacionalista en el caserio de Larrazabal, por parte de un Sabino quien, gracias a su hermano Luis, se convenció de que Euzkadi es la patria de los vascos en 1882, razón por la cual se celebra desde 1932 el Aberri Eguna. Es en el domingo de resurrección, dicen, por conmemorar la insurrección de Pascua irlandesa de 1916. Cada país y cada comunidad tiene sus propias realidades y ante ellas responde. Desde el respeto, y, en este caso, la fraternidad de quien ansía la libertad, la paz y la prosperidad para pueblos a los que les han negado mucho tiempo su derecho a ser, para decidir su propio futuro.

Construir alderdi, construir partido, es, por tanto, la mejor manera de hacer país, puesto que un país necesita de estructuras capaces, desarrolladas y de solvencia para dar forma institucional a esa sociedad. Como se ha intentando señalar, todas las sociedades humanas se dotan de una cierta estructura organizativa que las vertebra. Incluso en los casos más extremos esas realidades se imponen. Un ejemplo: la sociedad China de la época de la revolución cultural de mao intentó eliminar los grados militares en el ejército, y eliminaron insignias y condecoraciones. Poco importó: todo el mundo sabía quien era el general, el coronel, el cabo y el soldado. Al final, se quiera o no, son las realidades sedimentadas a lo largo de mucho tiempo las que dan forma a esa identidad, a esa forma de ser, y de estructurar las instituciones. De ahí que quien tenga una estructura apegada al terreno sea quien esté mejor preparado para responder a las necesidades y anhelos de la sociedad.

La estructura plénamente democrática, de abajo a arriba, asamblearia, y de toma de decisiones en formato de doble vuelta, convierte a Euzko Alderdi Jeltzalea en el partido más democrático del ámbito vasco en la actualidad. Aberri eguna es el momento de celebrar la patria, su existencia y afrontar su futuro con generosidad y compromiso. Compromiso con una patria vasca que no empieza ni termina en los territorios de Euzkadi Norte (Iparralde) o Euzkadi Sur (Hegoalde), sino que se extiende más allá, en donde anide el corazón y el alma de una vasca o vasco en el mundo, allí está Euzkadi representado en sus hijas e hijos. Siendo esto una realidad, también es realista reconocer que muchos han entrado o salido a la hora de celebrar el día de Euzkadi, es decir, Aberri Eguna, pero sólo el alderdi ha mantenido dicho compromiso de la manera que ha sido tradicional hacerlo en los últimos 80 años. Y es que Alderdi y Aberri son sagrados.

Dicen que sólo se puede destruir a una nación si esta se destruye internamente previamente. De ahí que su fortaleza interna sea fundamental. En el caso vasco, sin duda, ese pilar se llama Euzko Alderdi Jeltzalea, y así nos lo demuestra su larga trayectoria en defensa de Euzkadi y sus intereses, los de su ciudadanía y sus estructuras organizadas sociales, económicas … Una vez renovadas las estructuras internas, el EBB, con Iñigo Urkullu al frente, el ABB con Xabier Agirre, el BBB con Andoni Ortuzar, el GBB con Joseba Egibar, el IBB con Txaro Goikolea y el NBB con Manu Ayerdi, se abre definitivamente la búsqueda de un candidato a lehendakari, mujer u hombre, que represente lo mejor de EAJ / PNV en la búsqueda de retornar a Euzkadi a la normalidad institucional. Y así será, ese momento ya llegará. El EBB actuará, como cabe esperar, con inteligencia y buen criterio, acertando en elegir al próximo Lehendakari de Euzkadi, tras las preceptivas elecciones, que Euzkadi no se puede permitir retrasar mucho más.

Independientemente de periodos electorales o no, la patria de vascas y vascos avanza en el camino de la segunda década del siglo XXI en la senda que otros planificaron, y que merecen ser replicadas hoy por nuevas decisiones que encaucen el mañana y el futuro, siempre desde la acertada y probada llamada “bicefalia”, teniendo en el ámbito institucional el liderazgo del país, y en el ámbito del partido el control de todo aquello que implica más allá de una legislatura, las grandes líneas, el marco conceptual global. Un reparto inteligente de tareas que hace posible labores y sinergias complementarias que tanto bien han hecho al país, al que, sin abusar para nada de sus estructuras, como debe ser, y sin aprovecharse de ellas, han hecho avanzar hasta el punto en el que nos encontrábamos cuando el último Lehendakari se vió obligado a salir de Ajuria Enea. En nombre de todas y todos los militantes de EAJ / PNV el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, renovó el compromiso con esta y la próxima generación en Gernika, el 25 de Octubre de 2011, con la base tanto en el Think Gaur 2020 y el proyecto ADOS, cristalizando en el horizonte de 2015 para un nuevo status político para Euzkadi.

Una vez avanzados esos puntos, la conclusión, ya esbozada previamente, es que construir y fortalecer el alderdi es la mejor manera de construir y fortalecer la patria, Euzkadi. Porque los derechos como comunidad y los derechos de cada individuo son el JEL de Euzko Alderdi Jeltzalea, el equilibrio perfecto para construir esa patria común a vascas y vascos. Como mayor y mejor instrumento de construcción nacional (y social) de este país, potenciar EAJ es el mayor y mejor aporte que podemos hacer cara al futuro de Euzkadi. Por eso hacer partido es levantar país, Alderdia eginez Aberria eraiki. Con lealtad y coherencia. Con crítica responsable. Debatir hasta el amanecer, internamente, a calzón quitado, todo lo que sea menester, como no, pero una vez tomada una decisión, con ella hasta el final, con todas las consecuencias, siempre hacia adelante, en pos del bienestar de Euzkadi y de sus ciudadanas y ciudadanos. La vasca y el vasco ha de poder actuar siendo consciente de las razones de su actuar, siendo responsable de sus actos, y estando preparado para afrontar todo tipo de debates. La mujer y el hombre conscientes son la mejor garantía de que el alderdi siga siendo en el futuro la mejor de las herramientas posibles en la construcción de Euzkadi.