viernes, 19 de octubre de 2012

De San Crispín a San Andrés


“El pasado no se borra, ni se edita, ni se cambia. Sólo se acepta y se supera.” Muchas cosas hemos visto y vivido en esta legislatura que jamás se debiera haber producido. El denominado Gobierno del fin del mundo, el de Patxi López, recogió un país saneado como Noruega y nos pretende legar un país endeudado por culpa del gasto corriente. Eso lo vamos a vivir. Y lo vamos a superar. Porque ha llegado la hora de recuperar nuestro país, recuperar un Parlamento Vasco y liderar un Gobierno Vasco que represente y respete a la mayoría social de este país, bajo el liderazgo del Lehendakari Berria: Iñigo Urkullu.

Un partido, siempre lo he creído, es la expresión estructurada y organizada de la sociedad de la que surge y a la que representa a través de su respaldo en las instituciones de las que la misma sociedad decide dotarse, siempre que sea en una democracia real y no meramente formal. Un partido se presenta a elecciones con su proyecto con la idea de transformar la sociedad y el marco global. EAJ / PNV lo hace desde la convivencia, desde la normalidad, la democracia heredada de nuestros mayores… Saber de donde uno viene es fundamental para conocerse uno a sí mismo. Pero de ninguna manera condiciona a donde uno va, pues eso es la sociedad viva la que lo determinará en su caso. La cuestión es que esa decisión no sea coyuntural, sino pensando no ya en la próxima legislatura o en ganar o perder votos, sino pensando en el bien de las próximas generaciones de vascas y vascos. Esta es la clave de futuro.
Nuestra Euzkadi, la patria de vascas y vascos, ha sufrido mucho. La primera vez que te engañan, dicen, la culpa es del otro. Pero la segunda … En 2009 concurrieron muchos factores, desde el denominado Urrezko Botoa, que favoreció la conjuncion de la mayoría artificial PSOE y PP en un gobierno bipartito, con cargos para ambos partidos en las instituciones comunes, hasta la definitiva destrucción controlada de varias opciones políticas que entre la opción posterior de resistir o de desistir, optaron por esta última, renunciando a ser partidos pasando a ser corrientes de opinión en otros. Algo a lo que, por cierto, siempre se habían negado. Y es que el tema de la soberanía algunos siempre lo han usado como fetiche. Por un lado están los que desde el Gobierno tenían las llaves para haber llevado adelante la consulta ilegalizada por el Tribunal Constitucional, pues la mayor parte de los colegios electorales son instituciones educativas de carácter público. Por otro lado, en Gernika, la consulta puesta en marcha fue, dicho finamente, boicoteada por los mismos que afirmaron sin rubor cuando las consultas en Catalunya que estas no servían para nada. Los mismos que han apoyado desde 13 municipios vascos la III República Española. Los mismos que impidieron hacer en Ataun una consulta soberanista como la de Arenys de Munt en Catalunya. “Nosotros somos un pertido independentista con los pies en el suelo”, dijo el próximo Lehendakari “Somos independentistas del siglo XXI”. Cualquier avance en la profundización del autogobierno, como con Mas y CIU en Catalunya, vendrá de la mano de Iñigo Urkullu y EAJ / PNV.
Es tiempo dificil, complejo. La sociedad lo que demanda es salir de la crisis, cambiar el modelo de la cigarra y volver a ser hormigas en pos de un desarrollo humano sostenible. Una sociedad que vuelva a hacer emprendedores, facilitándole el acceso a líneas de crédito. Hacer posible una vuelta al modelo de I+D+I, con una industria que encuentre en el Gobierno Vasco un líder para sus esfuerzos por mantener una sociedad activa y en marcha. Una sociedad económica cuyo mercado sea el mundo. Internacional desde aquí, desde Euzkadi, abriendo bien las autopistas del mar, bien conectada con Europa, relacionada con los Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). Y hacer de los instrumentos de autogobierno logrados a pesar de Patxi Lopez, como fueron las políticas activas de empleo y la nueva Lanbide, algo productivo y que retome la cooperación público – privada. Siempre ha de haber sinergias comunes que colaboren y cooperen en el verdadero tejido productivo vasco para que nadie quede atrás. Y una economía que funciona puede proveer en mantener unos servicios sociales de calidad en una sociedad del bienestar que nos negamos a perder. Porque la tradición foral es la igualdad y la Justicia Social. La de Aguirre, la de Leizaola, la de Garaikoetxea, la de Ardanza, la de Ibarretxe y la de Urkullu. Katea ez da eten.
El momento ha llegado. Podemos salir del agujero en el que unos y otros nos metieron en 2009. Hacer una Euzkadi próspera está, por fin, en nuestras manos. Es nuestro momento, el de la sociedad. El de valorar que han hecho unos, y que han hecho los otros. Valorar, más allá de las palabras, el compromiso real con este país de quienes ahora presentan candidaturas al Parlamento Vasco, a las y los 75 escaños que vuelven a estar en juego. Ahora todas las opciones están encima de la mesa. Y ante todas, bien conocidas, pues obras son amores, emerge la que es la única que apuesta por un futuro vasco para Euzkadi. Pues como dijo Kennedy, no os preguntéis lo que vuestro país puede hacer por vosotros, preguntaros que podéis hacer vosotros por vuestro país. Y es reconocer que ha llegado el momento en que para lograr un gobierno de EAJ / PNV, que en 30 años trajo bienestar, progreso y justicia social a este país, no queda otra más que apoyar electoralmente y en las urnas a la papeleta de EAJ / PNV. Es el único camino para lograr, efectivamente, un liderazgo renovado para Euzkadi, y, en general, para vascas y vascos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario