jueves, 8 de noviembre de 2012

¿En que Liga jugamos?


Dicen que la llamada liga de las estrellas es la mejor de las ligas posibles, y no sólo eso, sino la mejor liga de fútbol del mundo mundial. ¿Será esto cierto? ¿O hay elementos que merece la pena considerar para aseverar lo contrario? Es importante, relevante, porque suele decirse que si Catalunya se independiza tendrá que jugar una liga el Barça con el Palamós y el Nástic de Tarragona. Y si lo hiciera Euzkadi tendría el Athletic que jugarla con el Eibar y el Amurrio. Son formas de eludir la estructuralidad que aqueja la Liga de fútbol de España. 

Bien. Primer elemento. ¿No hace muchas fechas los jugadores se plantaron y retrasaron el inicio de la liga dos jornadas? A veces se nos olvida que los jugadores son profesionales del fútbol. Y les afectan las situaciones laborales. Pero más allá de esto, y con razón, los alemanes estaban hartos que los clubes españoles hicieran fichajes con dinero “alemán” y estos clubes, digamos con esteroides, les ganaran con esas estrellas en el campo en competiciones europeas. Es lógico. Y más si se tiene en cuenta la ligazón, en especial en Levante y en el Sur, de clubes de fútbol con el escándalo de la burbuja inmobiliaria. El caso de clubes como el Villarreal o el Valencia (su nuevo estadio es un esqueleto que probablemente no se termine jamás) es paradigmático.
Los clubes de primera división de la Liga de fútbol de España deben a las arcas del estado entre 750 y 550 millones de euros. Cierto que no son todos. El primero en sentir las fauces del estado en sus carnes ha sido el Deportivo de A Coruña que ha visto embargado sus ingresos, incluido el del reciente partido contra el Barça en Riazor. Todo parece indicar que no será el último. El Euro-Málaga estuvo a punto de no participar en la Liga de Campeones porque su Jeque en una primera temporada abrió el grifo y les trajo lo mejor de lo mejor. En la segunda temporada ha dado cero euros. Y han tenido que vender. Aún así están teniendo suerte en el terreno deportivo. Pero hay más casos, como el señor indio del Racing de Santander, o Carlos Slim que quiere comprarse el Getafe. Aún el fútbol parece ser un buen negocio.
¿Que pasaría si se metiera cuchillo a todos los clubes y se les exigiera responsabilidad completa e inmediata? ¿Jugaría el Alcorcón en Primera División? ¿Tal vez hasta el Extremadura o el Compostela volvieran a estar en Primera División? Porque, por otro lado, hay que recordar el reparto inequitativo de los recursos de derechos televisivos. Hay dos clubes con mucho más de 100 millones sobre los demás, y eso se deriva en una superioridad en la tabla clasificatoria. Un poco, por cierto, como históricamente ha pasado en la liga escocesa entre los dos equipos de Glasgow, el Celtic y el Rangers. Lo dicho, igual una vez retirados todos los esteroides la liga de fútbol de España ya no resulta tan atractiva.
Se da, asimismo, la circunstancia que algunas de las federaciones territoriales de España fueron creadas antes que la Federación Española, por lo que sus selecciones representativas nacieron antes que la selección española. Este fue el caso de la selección de Cataluña y la Selección Norte, que representaba a la extinta Federación Norte (País Vasco y Cantabria). Esta es otra dimensión del fútbol, la representación diferente a la de clubes en el ámbito internacional. Pero no es el ámbito en el que se quiere centrar el tema, sino en le Liga de fútbol de España. ¿Cual podría ser la alternativa?
En Primera División hay 2 clubes catalanes y 3 vascos. En Segunda división hay 3 clubes catalanes. En Segunda División B, grupo III hay 8 clubes, y en el grupo II hay 12 clubes vascos. Por tanto entre estas 3 categorías hay 15 clubes vascos y 13 clubes catalanes. Si hablamos de una posible liga de primera división de 16 clubes (la escocesa tiene 12 y Escocia tiene más de 5 millones de habitantes), estaríamos en unos ratios de competitividad asumibles, con una presencia asegurada, todos los años, de clubes vascos y catalanes en competiciones europeas. No hay club pequeño, de eso la competición de copa es buena muestra de ello. Se puede citar desde aquél Numancia que maravilló al mundo ante el Barça o al reciente Mirandés que llegó a semifinales de copa con el Pichichi de la competición y que subió a Segunda División. Es lo bonito del fútbol, y en general del Deporte.
Por tanto, la cuestión fundamental es darse cuenta realmente de cual es el escenario en el que uno se mueve, separar lo que es estríctamente deportivo de lo que rodéa a los clubes, y centrarse en esto. En las deudas, en que bases se ha construido la reciente prosperidad de la liga, mejor dicho, de ciertos clubes en la liga de fútbol de España, racionalizar la situación de ingresos, y con esto la de gastos, ser realistas, y eliminar cualquier rastro de esteroides que hayan inflado a algunos clubes que viven por encima de sus posibilidades. El Depor ya ha entrado en ley concursal. Y ante esto las posibilidades que se puedan plantear empiezan a no ser tan descabelladas. Ni tan siquiera una hipotética liga vasco-catalana. O que los clubes vascos o catalanes se sumen a jugar la liga francesa. ¿Porqué no? Andorra juega al Rugby en Francia y al fútbol en España, en sus respectivas ligas. Al fin y al cabo, también en esto hay que jugar, siendo realistas, con el arte de lo posible.

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