Nafarroa suele alegar que no es una comunidad autónoma, debido a que técnicamente dice ser una nacionalidad, pero sin refrendo, cuestión fundamental para las nacionalidades, y con un estatuto que no es un estatuto, sino una ley de amejoramiento, que se sustenta en la adicional primera de la constitución, pero que no se complementa con una revisión de la ley derogatoria de los fueros en 1839 (en lo que llaman "vascongadas" hubo, de facto, una aplicación del pase foral, manteniéndose, de facto, la foralidad más o menos plena, de ahí la necesidad de una segunda ley derogatoria, en 1876). Y que se complementa en Nafarroa con la ley de 1841. Lograda de aquella manera y que ha derivado en una foralidad que nunca podrá ser plena. Nunca en las actuales circunstancias. Pero es que, además, está en peligro, por los mal llamados navarristas.
Navarra foral y española. Esto puede llevar a recordar a aquel militar desconocido de Santander, que se encontró con un muchacho de Abando, anexo entonces a Bilbao, camino de Madrid, y viéndole una chapa de defensa de los fueros y de españa le espetó que eligiera, o lo uno o lo otro. Ambas a la vez, imposible. Y más en el caso de Nafarroa, donde se establece un limite auto impuesto por los políticos de la hoy comunidad foral. De la misma forma que fueron los propios políticos navarros los que impusieron la disposición transitoria cuarta (transitoria porque se consideraba iba a ser utilizada en los siguientes 5 años, pero con vocación de adicional). Esa que ahora sus sucesores pretenden derogar. Porque les sobran las instituciones democráticas. "Todo para el pueblo pero sin el pueblo". Por eso no se sometió a referéndum el amejoramiento. No querían contar con las y los navarros.
Cuando se habla de la supresión de una institución como el Defensor del Pueblo de Nafarroa se está cometiendo un contrafuero. Y se va contra el propio amejoramiento del fuero, es decir, el estatuto de nafarroa. En su artículo 18 ter. se menciona explícitamente. Pero es que posiblemente el origen de la figura es la propia navarra histórica, pues el Justicia aragonés tiene origen en el Reino de Navarra. Esta propuesta la adjuntan con reducción en la representación del Parlamento de Navarra, del Congreso de los Diputados y del Senado. Un amejoramiento, por cierto, que ha sido modificado en 2001 y 2009, y no se hicieron planteamientos de este calibre. Y ahí sigue, por ejemplo, la disposición adicional segunda. O la primera, similar en su redacción a la vasca. Pero hay un riesgo aún mayor que se cierne sobre la foralidad navarra.
A añadir de la auto negación sobre la posibilidad de la restauración foral plena, es decir, a más España, menos foral, se añade la ola recentralizadora y que busca, en el extremo, la supresión efectiva de las comunidades. Podrán, tal vez, seguir existiendo sobre el mapa, pero de manera territorial e irreconocibles. Y es que hay una frase aún no rebatida: lo que se consigue sin respaldo de la ciudadanía vía referéndum, se puede eliminar sin consultar a la ciudadanía vía referéndum. De ahí la propuesta de reventar las autonomías, desde dentro, a través del artículo 151 de la constitución, es decir, a todas aquellas que no sean las denominadas nacionalidades, es decir, Euskadi, Catalunya, Galiza y Andalucía. Porque Nafarroa no es una nacionalidad, al tener preeminencia y primacía el estatuto vasco sobre el amejoramiento.
Hay formas y formas de reivindicar algo. En Aragón, ante el evidente éxito que supone la foralidad como marco (luego hay que hacerse merecedor con una buena gestión del mismo, una buena herramienta ha de ser acompañada de un buen uso) hacen una referencia a ser depositarios ellos también de un Aragón Foral. En otros lares, algunos sectores, en Cantabria o en La Rioja, apuestan por eliminar la foralidad a quien la tenga (es decir, los 4 territorios vascos). Lo que no se dan cuenta en Nafarroa es que los 3 territorios de la CAV tienen su foralidad más sólidamente asentada que en el caso navarro. Quizás por eso Carlos Salvador, de UPN, lanzó una propuesta: fueros para todos. Proponía responsabilidad en el gasto y responsabilidad en el ingreso. Así nadie gastaría más de lo que ingresa. Es una buena iniciativa, pues supone usar el modelo de igualar por arriba, no por abajo, sin negar a nadie lo que pueda o quiera ser.
Si Nafarroa quiere seguir siendo Nafarroa en el futuro ha de darse cuenta que la mal llamada derecha navarrista la va a llevar a abocarse a poner en cuestión toda su estructura jurídico política actual. Porque para ellos su patria, la de verdad, es España, y ven los órganos de gobierno, aunque no lo reconozcan, como redundantes de los de su "nación española". Con un añadido, y es que estarán dispuestos a hacer viable, como sea, la economía foral navarra. Aún a costa de la propia Navarra. Para ellos mejor echarse en brazos de Madrid y poner en riesgo el amejoramiento que hacer efectiva de la transitoria cuarta de su constitución, recogida en la adicional segunda del amejoramiento. Y es que esta última posibilidad garantizaría una Nafarroa foral y propia, dueña de su futuro. De la otra manera se arriesga a dejar de ser una comunidad, manteniendo una foralidad intervenida dentro del territorio foral, incluso, tal vez, dentro de una comunidad no foral, como propuso UPyD (junto a Aragón y La Rioja). Y es conocido que muchas ideas de UPyD (marca blanca de falange) luego han sido recogidas y adoptadas al PP. Y para el caso, UPN es el primo navarro del PP. Ya se han reconciliado.
A Navarra le interesa particularmente su viabilidad económica porque el rescate de Navarra, para algunos, se llama Euskadi. Siempre el miedo. De ahí que se resalte el cumplimiento del déficit por parte de Nafarroa. Pero, ¿a que coste? ¿Es coste asumible ir desguazando desde dentro el entramado institucional de la foralidad navarra? ¿Es bueno asumir mensajes anti autonómicos y anti forales de tan variopintos compañeros de viaje? ¿O es que hay que añadir la voluntad de eliminar todo aquello que se oponga a uno? Ahí están las cifras de participación en el Parlamento de Nafarroa, donde el primer grupo parlamentario, UPN, es el de menor actividad parlamentaria de todo el arco parlamentario. A pesar de las cortinas de humo es de esperar que no cuajen en un territorio que compuso unos versos que rezaban algo así como lo que sigue: navarros somos, españoles por interés, pero si nos pisan el pie (foral), vascos mañana nos vés.
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