viernes, 25 de noviembre de 2011

Bilbao y Bizkaia: Más allá del Guggenheim

Al aproximarse a la realidad del Territorio Histórico de Bizkaia uno podría tener la tentación de señalar que el único elemento de turismo que existe es el Museo Guggenheim de Bilbao. Por cierto. Nadie lo quería. Como señala el Lehendakari Ardanza fue un empeño personal de unas cuantas personas, incluyendo al actual Diputado General de Bizkaia, Jose Luis Bilbao, el que hizo posible llevar a término dicho proyecto. Pero cabe decir mucho más, de este y de otros espacios que marcan el territorio de Bizkaia, sin desmerecer las bellezas naturales, industriales o culturales de otros territorios, vecinos o no de Bizkaia.


Por empezar por el occidente, en Karrantza, existe la sima Txomin IV, que no desmerecen en nada las bellezas acumuladas por la cueva del Soplao, dado que en buena parte del territorio que da al Golfo de Bizkaia se hizo un nicho ecológico, un refugio natural, después de Würm IV, la última glaciación. Pero esa es otra historia. Siguiendo por la zona, encontramos la casa de juntas de avellaneda (hermanada, supongo, aunque sólo sea conceptualmente, con las de Puente San Miguel y Gernika). Y está Balmaseda, con su puente romano-medieval, por donde pasaba la lana castellana, camino de puerto. en la costa nos encontramos con Pobeña y La Arena, con la marisma del Barbadun, además de la planta de Petronor junto a la casa-torre de los Muñatones. Pasado y futuro mano a mano, en poco espacio de terreno.

El Gran Bilbao es un espacio de posibilidades. Tal vez no haya mayor belleza que subir a Artxanda, bien desde el funicular, bien desde Enekuri o por Santo Domingo, desde el Txorierri (donde se encuentran el aeropuerto y el cementerio de Bilbao, y el antiguo seminario de Derio). Desde lo alto se domina todo el Botxo, visualizando el enorme parque de Etxebarria (donde antaño estaba la fábrica, y donde hoy en aste nagusia se ponen las ferias, con tiempos regulados y precios máximos tasados), la zona del arenal que conecta con el paseo de Uribitarte (donde está el Palacio Ibaigane, primera sede de la Ertzaintza en 1936 y ahora del Athletic) y después está el Guggenheim y el entorno de abandoibarra. En Abandoibarra era donde estaban hasta hace tres décadas la campa de los ingleses que se llamaba, fábricas y la línea del renfe que moría debajo de la estación de la concordia, la de Feve, que nos lleva (en tres horas) a Santander. Lo han sustituido el famoso museo y una explanada verde que combina el paraninfo de la UPV, la biblioteca de la vecina Universidad de Deusto (se ha creado la pasarela peatonal Padre Arrupe, general de los jesuitas hasta 1981), el centro comercial urbano de Zubiarte ... el parque de los patos, o de Doña Casilda, ya existente, al lado del Palacio Euskalduna. Por supuesto en Bilbao existen otros centros de interés, como pueda ser el Casco Viejo, con VII siglos de historia, incluido el puente e iglesia de San Anton, que albergan restos de las murallas de Bilbao, y el remodelado mercado de la ribera.

Pero más allá de Bilbao, en Bizkaia existe mucho más: el santuario de Urkiola, la colegiata de Markina, el paseo sobre la playa de Gorliz, el puerto pesquero de Armintza (cercano a los restos de la difunta e innecesaria central nuclear de Lemoiz, pues Euskadi es autosuficiente energéticamente), el corazón de Durango y el pórtico de su iglesia, que fue donde más gente murió en el bombardeo de 1937 y que alumbró 30 años después la feria del libro y disco vasco, Elorrio y su cementerio cargado de estelas vascas, Elantxobe y ese aprovechamiento de una pared para convivir usando al máximo el espacio que la naturaleza da, con el puerto debajo... Urdaibai es en este sentido un paraje natural incomparable, con las dunas recuperadas, los bosques, las bandadas de pájaros migratorios que hacen parada obligada en dicho lugar a donde van a dar Bermeo, Lekeitio y Gernika, al fondo de la ría, con su casa de junta y árbol, pero con un parque Europa y un museo de la paz muy recomendables.

Bizkaia tiene muchos rincones con encanto, naturales, como la propia cueva de Santimamiñe, en Kortezubi, industriales, como el museo marítimo, al lado de la grúa karola y del palacio Euskalduna en Bilbao, o el museo de la minería en Gallarta (de donde era Pasionaria), o el museo de la industria de Portugalete. Y sitios culturales, como el Castillo de Butrón, entre muchos otros lugares de interés, para todos los tipos y gustos de interses. Y para lo último he dejado a Getxo, puesto que en Getxo tienes de todo. Tienes mar y playa. Getxo tiene 9 playas. Tienes un humedal. Tienes un paseo costero, que tardas unas 4 horas, a buen ritmo en recorrerlo. Tienes las zonas altas de Algorta, y las bajas de Las Arenas, todo conectado por el Metro, que en Getxo tiene el doble de paradas que en Barakaldo, que tiene 4, sólo superados por Bilbao, que tiene 11. Tienes una zona rural, y otra comercial, y un puerto viejo y uno nuevo, deportivo, que es donde se produce el atraque de cruceros, que antes se llevaban a cabo en Santurtzi, que es donde está actualmente el Puerto de Bilbao.

Una campaña decía "Ven y cuéntalo", y es verdad. Lo mejor no es que te lo cuenten, lo mejor es conocer de primera mano. Pero lo mismo que he descubierto personalmente que Cantabria es mucho más que Altamira y el Palacio de la Magdalena, que tiene mucho más que ver, visualizar y disfrutar, me supongo que mi tierra bizkaina puede y tiene mucho más que ofrecer que el Museo Guggenheim. Como se habrá podido ver entretelas de lo que he señalado el ámbito cooperativo interterritorial en Bizkaia es total. Siempre en base a la complementariedad y a la interconexión. Ojala ese fuera el marco conceptual de relación entre Bizkaia y Euskadi y Cantabria, también en el ámbito del Turismo. Porque Cantabria será y es infinita, y Bizkaia es mucho más que un museo. Aunque todo el mundo se olvide del Bellas Artes y cite el Guggenheim. Pase lo que pase la realidad es que la vecindad debe poder ser una realidad en positivo, y un espacio común de intercambio y reconocimiento. Eso espero.

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