lunes, 24 de enero de 2011

Navarra decide, decide Navarra

Desde el agostazo en 2007 el tema de la venta de Navarra se había dejado en hibernación, hasta que Yolanda Barcina lo ha vuelto a sacar a relucir cara a las nuevas elecciones forales de 2011

Se ha dicho muchas veces, e incluso se hizo una manifestación por las calles de la vieja Iruñea, que Navarra estaba en venta a los peligrosos nacionalistas vascos (se remarca esto último como marchamo de que, por muy de Burlada, Olite o Sanguesa que uno sea, si es nacionalista vasco, es como un extranjero en su tierra). Pero, ¿Quien vende a quien?
Está claro que fue Pepiño Blanco el que vendió Navarra a UPN/PP en aquel agostazo. Porque entre otras cosas jamás creyeron que Na Bai fuera a ser más que la suma de sus componentes. Aralar partía con 4 parlamentarios, la coalición EAJ/PNV-EA con otros 4, pero la suma no dió 8, sino 12. Y aún así el PSN se intentó juntar con el CDN e IUN y con 16 parlamentarios decirle, de tercera fuerza a la segunda, que apoyara, desde fuera, sin contrapartidas, gratis, el gobierno del PSN. Esto lo acaba de certificar Juan Cruz Alli, y aún así la negociación se continuó hasta que el futuro de Navarra se vendió en Madrid, por intereses de las matrices PP y PSOE, por mucho que la franquicia navarra dijera aquello de por el cambio, navarra decide. Pues no.

Ahora, con otro proceso de paz en alguna fase, y después de leidos los libros de Imanol Murua y Fernando Jauregui sobre el proceso de Loiola, se puede decir mucho, todo inventado. Porque ahi está la transitoria cuarta (que de transitoria sólo tiene el nombre, debiera ser una adicional). Y más que nada debemos tener claro y asumir que Navarra debe poder tener su propio ámbito de toma de decisiones, que sean las navarras y los navarros los que puedan decidir en paz y en libertad. Ahora bien, esto no sucede así. Por tres motivos:

1) Navarra es una cuestión de estado, y el agostazo lo demuestra. Pero antes de eso esta todo el proceso para impedir una autonomía a 4, el romper el pse en dos con el surgimiento del PSN, malograr el gobierno tripartito y el órgano común permanente, y otras. Madrid decide sobre Navarra, y más ahora, tan cerca del 5º centenario.

2) La ilegalización de partidos políticos distorsiona las opciones que las y los navarros pueden elegir. Esto no es específico de Navarra, pues en Bizkaia, Gipuzkoa y Araba es exactamente igual. Por la ley de partidos que tanto le molestó a Zapatero en el anterior proceso de paz.

3) La no flexibilidad de algunos. Y la probada soberbia y prepotencia del que cree que Nafarroa Bai es aquél que ha ocupado el sitio de uno mientras era ilegal, y que debe ser relegada, ante la vuelta del supuesto equipo titular. Si, me refiero a la Izquierda Abertzale. Que imponiendo una única estrategia nacional (sic, e iparralde?) ha pretendido llevarse por delante a Na Bai. ¿Porque? Porque le estorbaba para su estrategia. Así de sencillo.

Y por supuesto, el factor más importante que ha alejado a navarras y navarros de sus hermanos de araba, bizkaia y gipuzkoa ha sido la banda terrorista ETA, excusa para todo, sobre todo aquellos que estaban en contra de la cultura navarra, que incluye el euskera, el olentzero, la jota y los bertsolaris, el zanpanzar y los carnavales, entre muchas otras cosas, incluido lo que representa el monumento a los fueros, de reciente restauración.

Ante todo esto sólo cabe poner en valor una conclusión evidente, y es que eliminando, una vez y para siempre, el elemento de distorsión que es ETA, no deben entrometerse en el destino de las y los Navarros ni Génova (PP) ni Ferraz (PSOE), ni la ley de partidos, ni aquellos que con su prepotencia se creen los únicos representantes del pueblo vasco; reconocer que Navarra tiene personalidad propia, y tiene derecho a sus propias vías estratégicas y electorales. Por todo ello: Aurrera Nafarroa Bai!

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