martes, 8 de marzo de 2011

Defenderse … de los enemigos, apoyar a los vecinos (respuesta al diario Alerta)

Escribo estas líneas con pocas ganas, pero convencido de que la verdad si no es expuesta propicia que la mentira, dicha con inocencia, o con inquina, perdure y prevalezca, y ésta se reproduzca en el futuro sin remisión ni oportunidad a rectificación. Cantabria si tiene adversarios, y, quizás, enemigos. Y, también, tiene vecinos. Asturias a su diestra, Euskadi a su siniestra, Castilla al sur y el mar al norte. Pero, ¿de donde vienen sus mayores riesgos? Recuérdese que el estatuto de autonomía de Castilla y León sigue contemplando (no se ha reformado), que Cantabria sea una provincia, la vieja provincia de Santander, sin importarles que Cantabria se ha pronunciado, desde entonces en varias oportunidades, si bien ninguna por la vía de la consulta popular o del referéndum, en contra de dicha opción y por mantenerse como comunidad autónoma con personalidad propia. Y no es porque no hayan modificado su estatuto de autonomía, porque para el caso de treviño, en el que si se ha pronunciado sus habitantes, tanto en siglos anteriores, como durante el franquismo, como durante la democracia, con el fin de imposibilitar que los ciudadanos de ese territorio sean libres de decidir lo que quieran. Son burgaleses a la fuerza, pero les mandan a utilizar los servicios de vitoria, que está mucho más cerca, y en nuevas tecnologías, por ejemplo, a telefónica no le sale rentable ofertar servicio, y Euskaltel, que cubre dicho territorio con sus redes, está vetado, al ser otra comunidad autónoma. Y esto es lo que harían con Cantabria, seguramente, si pudieran, pero el orgullo cántabro se lo impidió durante la transición.



Madrid, en el sentido del centro del estado, piensa de manera radial. Y es el centro del que parten todas las ideas e iniciativas. ¿Porqué se plantea el AVE de Madrid a … (Barcelona, Valencia, Santander... etc) y no uno que una Santander con Gijón y A Coruña, o con Bilbao y Zaragoza por el otro lado? Porque quien ha cerrado el grifo de las inversiones ha sido el estado. Ha sido el Gobierno de España el que ha paralizado las obras de todas y cada una de las infraestructuras. Y es que a los dos partidos de España, la verdad, Cantabria, les importa muy poco. Seguramente por tema poblacional. Pero también porque los grupos territoriales dentro de los grupos parlamentarios de esos dos partidos son los que propician que las inversiones y los beneficios se vayan para sus territorios, esto es, Catalunya y Andalucia en el caso del PSOE, o Valencia y Castilla y León en el caso del PP. Son los graneros principales de votos de ellos, sus feudos, y es allí donde prestan atención. El resto pasan un poco desapercibidos. Y el caso de Madrid es paradigmático: todo lo que sucede alli tiene impacto en todo el estado. Lo decía Labordeta, pero luego se lo he escuchado a asturianos y extremeños: la falta de iniciativa y de mordiente en la defensa del futuro de sus respectivas comunidades hacía que la juventud más preparada de nuestra historia se vaya en autobuses o en trenes a Madrid. O al extranjero.

Por otra parte. Hay cosas que no entiendo. ¿Porqué Cantabria se niega a sí misma? Los elementos propios deben servir para unir. Para cohesionar lo propio. Ya se que otra opción es utilizar a un supuesto enemigo externo para unir a los propios frente a la agresión externa, pero esto, entiendanme, es muy negativo, más si cabe cuando hay muchas cosas que nos unen a vascos y cántabros. Muchas nos separan, lo se, y por ello somos dos pueblos diferentes. ¿Porqúe no se enseña en los colegios la historia de Cantabria, y como accedió a las diferentes formas de autogobierno? ¿Porqué no se asume, en vez del 45% del curriculum, el 55%, enseñando en las escuelas que Cantabria tiene una lengua propia, el cantabru, que es un elemento propio de Cantabria, de riqueza, de diversidad, para que no se pierda, y que las y los cántabros sepan que tienen en su territorio, además de cuevas, pinturas, las y los cántabros de piel, huesos y carne tienen una historia, una cultura, una lengua y unas tradiciones, sobre las que cimentar su futuro. Y esto lo digo porque quienes no sustentan en una base cultural su apertura al mundo no sabrán como situarse en el mundo. Decía Ghandi, que todas las culturas entren y salgan libremente por el salón de mi casa, pero que la mía también esté presente.

Euskadi tiene unos derechos históricos, es cierto, y uno de ellos es el Concierto Económico. Por cierto, similar al Convenio Navarro, que nunca se pone de relieve. Aquel se pactó en 1841, el vasco, en 1878. Y es el residuo de otros derechos que la propia constitución española acoge, refrenda y aprueba. Y seguramente Cantabria, en base a su propia historia, tenga derechos históricos. Tal es así, que la última reforma de su estatuto de autonomía, se define como Comunidad Histórica. Eso si, no seré yo quien diga a donde tenga que ir Cantabria, eso lo tendrán que decidir las y los cántabros. Porque, por ejemplo ¿tiene Cantabria políticas activas de empleo propias? Pues no. Y no porque los vascos hayan hecho nada raro. Sino porque la transferencia a Cantabria (como a otros) fue con trampa: las políticas activas de empleo se deciden entre Gobierno, empresarios y sindicatos (UGT y CCOO), luego se convoca la reunión de consejeros del ramo de las comunidades autónomas, se les sirve el plato ya cocinado, y, sorprendentemente, las sirven en sus respectivas comunidades. Así se hace. Salvo que en el estatuto de autonomía vasco decía otra cosa. Que eso lo decidiría el Gobierno Vasco. Por eso han tardado tanto en transferirlas. Y esto ha sido avalado a posteriori por la Unión Europea con el principio de subsidiariedad, que establece que el nivel de gobierno más cercano al ciudadano es el más capacitado y mejor cualificado para atender las necesidades de la población. En este caso, el Gobierno de Cantabria, incluidos, porqué no, la gestión de todos los impuestos y tributos del territorio, sin perjuicio de la solidaridad interregional con otros territorios de la Unión Europea que más lo necesiten (¿Porqué limitar la solidaridad a las comunidades del estado español, cuando la UE no lo hace?).

Cantabria y Euskadi tienen intereses comunes además, que pasan por las anchoas, los servicios en las localidades de veraneo de vascos, los servicios a los cántabros que viven en Euskadi y mil historias más que, por otro lado ¿porqué no merecerían convenios bilaterales en pié de igualdad? ¿O es que en esto también tendría que meter sus narices el gobierno del estado. No, creo que no. Creo, sinceramente que Cantabria tiene muchas potencialidades. Y hay que fortalecer e impulsar lo propio. Saber que se cuenta con un bagaje, con una identidad, sin cortapisas ni renuncias a ser español o defender la monarquia (o ser juancarlista). Es legítimo. Pero partir del ser, de lo propio, y cabrearse cuando las cosas no funcionan. Pero después identificar con claridad quien es el que no apuesta por el futuro de Cantabria, y tener amistad con quien sinceramente quiera tener relación de buena vecindad. Y reconozco que desde mi lado, desde Euskadi no siempre se ha hecho lo posible por acercar a estos dos vecinos tan cercanos y unidos, en muchos ámbitos, pero precisamente por eso quiero que esto cambie, y que el futuro pueda traernos a ambos una relación de comprensión y de confraternidad que, creo, nos merecemos.

Para finalizar quiero señalar una cosa, y es que, si, puede ser que el diario Alerta sea el único con capital cántabro. Y que el diario montañés sea propiedad de Vocento. Pero más allá de la retórica de vienen los vascos a invadirnos, podría crearse un grupo inversor que re comprara el diario. El pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie, y el realista ajusta las velas. Por tanto, seamos realistas, apostemos por lo nuestro, y que el límite sea nuestra propia voluntad como pueblos libres e iguales. Siempre en base al respeto, y con empatía hacia el otro. En cualquier caso, el tiempo dará y quitará razones. Muchas gracias por la oportunidad de expresar estas ideas.

4 comentarios:

  1. Brutalmente paradójico que desde Getxo se identifiquen mejor los problemas de los cántabros que desde Sanander.

    De todas formas, hay una minoría consciente, como quien escribió http://www.enfocant.info/opinion/donostia-y-santander-agua-y-aceite

    Saludos dendi Cantabria

    @DieguSG

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  2. Gracias por el comentario, y me alegro del comentario. Ese texto lo leí en Cantabria confidencial, ahora aquí confidencial. Y hay un pequeño "truco". Se llama Susana Poveda, santanderina y cantabru, además de mi novia desde hace casi 2 años, y a la que conozco desde hace casi 3. Hablamos. Mi mail es hanskarlperez (@) hotmail (.) com

    Arronti DieguSG!

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  3. Te olvidaste de mencionar la Hermandad de las Marismas, que federó a las principales villas marítimas de Euskadi y Cantabria en 1295 con sede en Castru.
    O que en 1466, ante el intento del Duque del Infantado, Don Diego Hurtado de Mendoza, de tomar por la fuerza la villa de Santander, acudieran en auxilio de sus habitantes vecinos de Tresmiera y de Hondarribia, y que tras tres días de combates derrotaran al duque y le obligaran a retirarse.

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  4. Bueno, ya sabes cómo es esto, el antivasquismo como arma política para desviar la atención de los problemas reales, luego te meten a un representante de la Junta de Castilla a León (en León lo llaman Castiga a león) en los órganos dirigentes y administrativos del puerto de santander, toma ya!

    En mi familia nunca no se habló mal de los vascos, y en realidad en mi entorno inmediato tampoco no se oyó salvo ya a principios de los 90 algún comentario de "nos invaden los vascos" por lo de las localidades de veraneo. Pero siempre cayeron mucho peor los de Madrid, de esos sí que se habló mal, que si chulos, engreídos, lo dejan todo lleno de mierda, "nos invaden", y las dos últimas frases también las oí para los maquetucos que venían de veraneo, aunque pese a ello también oí que se les consideraba gente muy noble...

    Cantabroid

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