lunes, 4 de enero de 2010

¿Nos salimos de la fila?: ¿Es que conocemos tan bien en que fila estamos?

La cuestión de principio es afrontar el proceso productivo en su integridad, en contra de la llamada “Nueva economía” de servicios, que no supone sino la externalización y ocultación de partes de dicho proceso. Considerar aisladamente cada pieza sin tener una visión de conjunto es permanecer en el primer estadio del mito de la caverna de Platón. 

Henry Ford tuvo la idea de dotar a sus empleados del salario suficiente para que ellos mismos fueran los primeros consumidores de los productos que fabricaban, manteniendo un alto nivel de empleo y de estabilidad en las familias americanas. El Toyotismo, por ejemplo, vienen a suplir al Fordismo, con una especialización cada vez mayor. La cadena de montaje se generaliza. Sin solución de continuidad no se ponen remedios a procesos complejos, en los que nada favorece al trabajador empleado, como se ha visto en la reciente ola de suicidios en France Telecom, 24 concretamente, tras lo cual no ha habido más remedio que intervenir por la incapacidad de tapar a la opinión pública semejante escándalo. 


Para conocer la realidad actual deberíamos partir de los 30 gloriosos que supusieron el punto álgido del Keynesianismo, que no es más que la constatación de que las crisis son intra capitalistas, de índole estructural, y una respuesta ha sido esta. Dicho sea de paso, los 30 gloriosos fueron desde 1945 a 1975, y precisamente cuando se les empieza a derribar, primero con labor de zapa desde think tanks conservadores y desde trabajos como los de Niskanen y Osborne, pasando por los manidos Tatcher y Reagan. Nunca se teorizó sobre el Estado del Bienestar hasta que comenzó el acoso y derribo por parte de las fuerzas reaccionarias. 

Por otro lado es importante conocer el origen de las cosas, como que la Venezuela de los años 50 suponía la cuarta economía mundial. Si bien es cierto que es cuestión derivada del hundimiento y aún entonces no recuperadas economías europeas y japonesa, es elemento central el conocer que los demás son capaces de elaborar estrategias propias y la propia toma de decisiones de cada una de las unidades puede influir y, sobre todo, que el futuro no está escrito y lo escriben los pueblos. 
Un ejemplo concreto es la crisis de las Malvinas. Argentina, gracias a la ISI (Industrialización por Sustitución de Importaciones), generó una industria propia argentina que proveía de los elementos sustanciales para la subsistencia. Pero los bienes suntuarios eran importados, sean los coches de lujo, perfumes, etc Cuando la crisis de Malvinas estalló se impuso un embargo comercial, a lo que la sociedad argentina, en gran medida, respondió no apoyando la aventura militar en Malvinas, dado que aunque tenían lo básico, la diversificación y especialización inducida en los gustos de la variedad de productos hizo posible que la sociedad no se contentara con lo que ya tenía, aún a costa de la derrota efectiva del propio estado. De ahí que sea bueno cuestionarse si la especialización del consumidor en busca de productos más complejos le es propia o le es inducida de alguna manera.

El Sistema Mundo es una teoría política que trata de interrelacionar las partes del mundo como un todo dinámico, en tanto que las crisis europeas o japonesa o yanquee, han tenido interrelación en que cuando una entraba en crisis la otra bien podía crecer. Inmanuelle Wallernstein, sociologo, es su máximo valedor. 

Elemento a considerar podría ser el fin del pacto oro-dólar que impregnó la economía mundial desde el acuerdo de Bretón Woods de 1944, hecho que sucedió en 1971, y que se oficializó en una cumbre del FMI en Jamaica en 1974, siendo, por otra parte, el origen del SMI, el Sistema Monetario Europeo, que ha acabado en el Euro y en el BCE con sede en Frankfurt. Todo tiene su origen y posterior desarrollo. 

Ante esto el sindicalismo es un elemento de gran importancia, y debemos reflexionar sobre elementos como el AMI en la OCDE, su intento de aplicación a través de acuerdos bilaterales, las cumbres de la OMC, la búsqueda de incidir en materia laboral, achicando espacios a la OIT, la cuasi declaración de la educación o la sanidad como mercados potenciales y la visión de lo público como elemento distorsionador de la libre circulación y del libre mercado. Por otro lado conocer la realidad sindical del estado obliga a pasar por Forcem y Hobetuz, las políticas activas y pasivas de empleo, la financiación de los sindicatos y el elemento de la caja de resistencia, que dota de fortaleza e independencia al sindicato que la posee, además de conceptos innovadores como el de sindicalismo de contrapoder. Y que por supuesto la negocación colectiva es superior a cualquier negociación individualizada de las condiciones laborales, aunque últimamente este concepto tan yankee vaya cogiendo auge, de nuevo. 

La necesaria cualificación de nuestros días se confronta con la capacitación, y se transforma en abaratar el valor de la fuerza de trabajo, dado que si hay más que saben hacer menos, pero en conjunto todos saben el mismo know how que antes de la reordenación, al empresario le saldrá más barato cumplir con la plantilla, encontrar a sus integrantes, resultando en una desvaloración relativa, fragmentando y externalizando la propia plantilla, fuera del núcleo central del proceso productivo. Al final la productividad se ha podido, oficialmente, incrementar, pero a costa de unas peores condiciones para el conjunto de integrantes del proceso productivo. 

“Just in time” sería el modelo de producción que estaría distribuido en todas las grandes corporaciones, desde EADS, pasando por las compañías de automóviles, de informática, etc. Incluso en elementos de cara a la sociedad y con alto valor de bienestar, como sería la gestión de los hospitales. El “diseño modular”, la terciarización, la desvaloración de la actividad individual de cada integrante de la matriz, equivale a una estandarización del proceso productivo, aplicable universalmente, en el que se sacrifica la calidad y la innovación por una facilidad y un falso incremento de la productividad global. Este formato de tratamiento imposibilita en la actualidad avanzar en una carrera profesional propia, a semejanza de lo tradicional en las empresas europeas o en los complejos industriales nipones. La fragmentación y la brutal especialización impiden la movilidad vertical, frustrando las esperanzas de alcanzar otras responsabilidades dentro de la propia compañía, siendo sustituido por una nueva “racionalidad empresarial”. 

El modelo educativo, en teoría servicio público, debería responder a estas exigencias, y en efecto, lo hace, reproduciendo internamente los mismos esquemas, de proceso productivo fragmentado, sin dar una visión de conjunto de lo que es y existe en el mundo. El dumping social es una realidad, pero de impacto relativo, en cuando a que difícilmente se puede hablar de economías nacionales. Antiguamente se trabajaban sobre dos indicadores. El Producto Interior Bruto y el Producto Nacional Bruto. El segundo indicaba lo generado con capital de una nacionalidad, ya fuera dentro como fuera de sus fronteras. Era la producción de la nacionalidad tal o cual en el mundo, toda vez que las grandes empresas respondían a tal o cual nacionalidad, y todo lo más tenían acuerdos de colaboración con otras entidades de otros países. Ahora no se puede hablar de economía nacional de un país, y las grandes corporaciones, como la Shell, son de capital anglo-holandés, o la KLM Air France, de capital holandés y francés, por no hablar de la Arcelor – Mittal, europea e India, según los viejos esquemas de distribución del capital, aún hoy vigentes. Como la descripción de un mundo de primer y tercer mundo, habiendo desaparecido el segundo, y existiendo un cuarto mundo viviendo dentro del primero. El modelo yankee es uno que amplia difusión mundial, respecto a la educación y el empleo. Conocer las experiencias en otros países puede ser fundamental, como las experiencias de los gobiernos de Menem en los 90 en Argentina o de Banzer en Bolivia, de privatización de servicios públicos como el de aguas. Privatizaciones que luego se dieron en Europa. Hasta la nacionalización por el frente amplio el público Consorcio de Aguas de Bizkaia era el propietario de aguas de Uruguay, una empresa privada. 

La dirección en relación al empleo y la consideración del empleado pasa de la concepción fondista a algo parecido a los AK’s de los alemanes. Arbeit Komand: Unidad de Trabajo. Junto a tornillos y tuercas es una de las partes consignadas al proceso productivo, como elemento casi inanimado a aportar. Se vive una especie de síndrome de Alicia en el país de las maravillas, donde el conejo de la prisa por mayores cotas de cualificación “solicitada” (demanda) se topa con una menor cualificación utilizada (en trabajos descualificados). Parecería una “necesaria” readecuación” a los viejos esquemas de la meritocracia, de la élite y la masa, certificado por Pareto y otros. La mayor cualificación supondría, en teoría, un desplazamiento del límite inferior de la pirámide, hacia arriba, presionando a los ya instalados en los puestos de dirección por parte de gente sobradamente cualificada, por lo que la parte alta “se vería obligada” a presionar hacia abajo, en inversa proporción, según el principio de Arquímedes, para mantener el status quo. Como diría Braudel, hay que mirar los procesos históricos de larga duración… se busca una medievalización? Son, en cualquier caso, estrategias productivas encaminadas a una desincentivación, ya desde el propio proceso educativo. 

“Desigualdad legítima” lo define el teórico T. Marshall, cuestión del propio mérito personal, sólo que el discurso generalizado sobre la innovación, el trabajo del futuro, la capacidad… es un discurso dirigido al pináculo de la pirámide, a la élite, siendo, tal vez, obligado, recuperar la dialéctica de clases sociales y lucha de clases, pues es el debate terminológico la primera batalla, y en muchos casos el llamado por Marx “lumpenproletariado” sobrevive para mantener la realidad social tal como la conocemos. En sociología se consigna la frase “currículo oculto” a aquello que no está recogido en tal documento pero que te forja en tu carácter, como sea el lugar de nacimiento y de relaciones, el colegio, las actividades sociales emprendidas en la adolescencia… las desigualdades adscritas se trasforman en desigualdades adquiridas, que se solidifican y van generando un poso y un foso de distancia social. Es un sistema que asegura la “reproducción de clase” en el peor de los sentidos posible. 

La fuerza de trabajo era lo que poseía un proletario durante el siglo XIX. Con el proceso descrito el trabajo como propiedad deja de ser un valor. La propiedad del trabajo, por otra parte, no es de quien lo elabora, sino de quien lo aprovecha, el inversor del capital. A esto se responde con un discurso de mayor implicación en el funcionamiento de la empresa, en el espacio de ocio (frente al del no-ocio/negocio), que se produce sin ofrecer contrapartidas de mayor beneficio, siquiera social o personal, de ese mayor compromiso del trabajador en la empresa en la que se encuentra.

El logro es la desmovilización de la juventud, que ve, como los soldados manquees a su vuelta de Vietnam, en los sanatorios del ejército, la “subjetivización de un proceso estructural”. En aquel caso no era la guerra, ni el pentágono, ni los mandos civiles ni militares, ni la guerra en sí, era cosa del soldado, que era el responsable de sus actos, de manera individual. El proceso se ha extrapolado a otros ámbitos, y uno de ellos es el de hacer pensar al joven que es el único responsable de la situación, eliminando por completo la responsabilidad comunitaria de la realidad, por supuesto, empezando por eliminar esa conciencia comunitaria. 

Desvincular los objetivos marcados del salario supondría una especie de “salario social”. 

La Individualización es una estrategia de división de esfuerzos. El ejemplo es la competencia entre Landaben y la planta de Bratislava por la fabricación de modelos de Wolksvagen. Una lucha entre “iguales” por tomar partes de procesos productivos, que en el caso de la Comunidad Foral suponen un 80% de su PIB. Que parte del salario final sea estructurado como variable, hasta en un 30% no hace sino agravar la situación, que se completa con la reducción o eliminación de los espacios de socialización, dentro de la propia fabrica incluida, dificultando sobremanera cualquier intento de estrategia colectiva. Cuando AHV de Ansio tenía miles de trabajadores era prácticamente imposible su desconocimiento mutuo. Una ACB puede hacer el mismo trabajo, incluso más, con una estrategia desfragmentada y basada en la subsidiariedad y la subcontratación. 

El trabajo elaborado por Think Tanks conservadores ha favorecido de una manera importante el llamado “discurso tecnologicista”, coartada más que otra cosa, y que lleva al “fetichismo de la tecnología”, que no hace sino relevar que alguien, en algún lugar tiene una visión de conjunto de lo que quiere para todo el proceso productivo, especialmente las elites empresariales, y ante eso la reacción ha de ser de igual proporción, haciéndonos un marco global al que responder. La ideología y el adoptar un marco ideológico propio y coherente s de vital importancia en un mundo cambiante. La ideología es más importante que nunca. Y hacer pedagogía de ella, para que el conocimiento y el reconocimiento de las realidades objetivas se propaguen y circulen. 

La empresa busca, sin ningún género de dudas, la maximización de beneficios. Tanto es así que en los últimos tiempos, para contrarrestar dicho elemento, se ha tenido que valorizar la “responsabilidad social corporativa”, para frenar, de alguna manera, el brutal marchamo de las empresas en busca de engordar los balances de cuenta y los beneficios corporativos. Este elemento, por otra parte, no es novedoso, puesto que en la Grecia clásica, y a semejanza de mecanismos como el de Aticitera, se pudo haber inventado la máquina de vapor, pero el sistema basado en la esclavitud, que era económicamente mucho más rentable que la implantación de un sistema por determinar, hizo que estos inventos se emplearan en los templos, en abrir “mágicamente” las puertas o en la iluminación de los mismos o en artilugios de los dioses representados en estatuas que “hablaban” o se movían. Aquí encaja el ejemplo de que si con 4 inmigrantes o una máquina, cuando los 4 inmigrantes cuestan “demasiado” es cuando la empresa se tecnifica, cosa que no pasó en la Grecia antigua, pues aquellos inventores, como Espartaco, se adelantaron a su tiempo. Como diría el President Pujol, la consigna era “ahora no toca”. Por tanto no es un problema de demanda (crear puestos de trabajo), sino de oferta (“voluntad” de trabajar por ciertas condiciones dadas).

Elementos como el envejecimiento de la población pareciera que crean “nichos de trabajo”… nuevos. (En este punto, tal vez, me pregunto, por su posible relación, de todo esto, con movimientos como el “transhumanismo”). 

La presente generación de jóvenes es la generación más preparada de nuestra historia, y, sin embargo, es la primera generación que vivirá en peores condiciones que su precedente. 

Por otro lado cabe señalar que la ciencia no es neutra (ni aséptica). Nos influye la tasa de natalidad, el modelo social (vivir con nuestros progenitores)… 

En resumen: se está en un proceso de esquilmación de toda una generación, empeñando las posibilidades de nuestro futuro colectivo, por otra parte ya conocido y plasmado en un corto en torno a las presidenciales yankees de 2004, en los que se hacía referencia a la deuda que asumían los recién nacidos allí, sin saberlo. 

“Producir riqueza” versus su reproducción. La pregunta vuelve a ser si conocemos bien la fila en la que estamos, en caso afirmativo, hagamos una ronda con el resto de ella, para ver si los demás son conscientes de lo mismo. Y a partir de ahí, podremos plantearnos de que manera nos podemos salir de dicha fila. 

Utopiari eutsiz, alternatiba eraikitzen

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