jueves, 29 de octubre de 2009

Derribar un gobierno, construir un país

EL señor López dirige un gobierno ilegítimo. Por mucho que cumpla la legalidad española, tengo mi derecho a declararlo fuera de la legitimidad democrática para erigirse en continuador de la labor de nuestro gobierno, el del lehendakari Ibarretxe. Empezando por que los votos de EAJ/PNV, Eusko Alkartasuna y Aralar superaron en su conjunto a los de PSE, PP y UPD, sin contar los de Ezker Batua Berdeak, ni los más de cien mil objeto de oportuna ilegalización (recordar los casos de EHAK, legalizada por Acebes o ANV, dejada pasar por Rubalcaba). Pero esta táctica no es nueva, pues el banco de pruebas se sitúa en Iruña, en 2007, cuando la tercera fuerza le dijo a la segunda que rechazaba la presidencia de la Comunidad Foral para que la derecha de toda la vida, la que se niega a retirar los nombres franquistas del barrio de la Txantrea, gobernase.

La táctica de este gobierno que ocupa las instituciones políticas de esta parte del país, esto es, el pacto entre nacionales y socialistas, es la de, por un lado, mantener a aquellos funcionarios y cargos que puedan ser útiles para el mantenimiento y funcionamiento de la gestión diaria, y, por otro lado, generar la mayor cantidad de distracciones posibles para que la gente se olvide de lo sustancial y piense en otras cosas.
Sí, la crisis es fundamental abordarla, pero tenemos que tener claro que aquí, en Euskal Herria, no tenemos todos los instrumentos necesarios para abordar su solución, por mucho derecho que tengamos recogido en nuestro Estatuto a las políticas activas y pasivas de empleo (recogidas por el programa del PSE de 2005, por cierto) porque ningún Gobierno español ha querido cumplirlo. Cómo saldremos de la crisis es la mejor respuesta que podemos dar: con más y mejor autogobierno, dado que se ha demostrado empíricamente que gestionamos mejor lo que tenemos aquí desde aquí.
Sí, la convivencia es importante, pero sin hipocresías ni chantajes al discurso ético. Aquellos que no son capaces de condenar todas las violencias, poco pueden decirnos. Entiéndase: tratar de buscar el conflicto con la población es un elemento superfluo, dado que mostrar una foto es aséptico. Nosotros podríamos poner pancartas y carteles con nuestros muertos, con nuestros gudaris de la guerra civil, pero creemos que los recordamos mejor de otra manera. En el caso de estas fotografías de personas, centrar el discurso en este elemento es abandonar la visión de conjunto para centrarnos en aspectos superfluos y accesorios que en nada buscan resolver el problema. Antes al contrario, enquistarlo.
El movimiento abertzale en su conjunto debe hacer una reflexión, aún pendiente, de los últimos 30 años de autogobierno, lo que ha supuesto la posición de los partidos unionistas españoles ante los retos que les hemos planteado, hacer estudios comparados con otras realidades en Europa y apostar por un futuro común para vascas y vascos, para mejorar la economía y avanzar hacia un espacio propio. Por ello, nuestra apuesta de lo que deberíamos resumir nuestra labor en los próximos meses es buscar, con generosidad, tranquilidad, pero sin descanso, el derribo, democráticamente, del gobierno del señor López, y, como propuesta alternativa, buscar la construcción de un nuevo estado miembro en la Unión Europea. Euskadi euskotarren aberri bakarra da. Euskadi es la única patria de los vascos. Este es el viejo lema de hace más de un siglo. No tardemos tanto en conseguir nuestra República. Gure Aberria: Euskal Herria.

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