Primero
de todo, y por empezar con algo, el Concierto Económico actual es
una derivada histórica de los fueros vascos, y es que estos, se
eliminan, bueno, se ratifican sin perjuicio de la unidad
constitucional de la monarquía, y en un tiempo en el que se quería
construir la unidad de pesos, medidas y mercado en el estado español,
los fueros eran un estorbo. El problema es que la oligarquía vasca
no pudo o no quiso su actualización, y los carlistas “engañaron”
al pueblo, siendo estos la garantía de su defensa, de manera
interesada, eso si. Eso fue la derrota del 1839. Y en 1876 se pone
punto y final a los fueros. Pero como no había un censo, y el País
Vasco ya estaba ocupado militarmente, pero tampoco había “mili”
obligatoria, se acordó que lo mejor era que los propios vascos
recaudaran sus impuestos, como, por otro lado, ya habían hecho desde
hacía siglos, y pagaran el cupo. Cosa que no es novedad, pues el
Convenio es similar, siendo de 1841. Por tanto no es una cuestión
franquista, toda vez que en 1937 se suprimen los conciertos
económicos para Bizkaia y Gipuzkoa, como provincias traidoras que
fueron declaradas.