lunes, 20 de febrero de 2012

El fuero de Vizcaya

El fuero de Vizcaya es el elemento nuclear de la tradición de autogobierno vasco, establecido en todos los territorios vascos, con un nombre u otro, de un estilo u otro. El más conocido es precísamente este, ya que fue codificado en un texto legal único y comprensible de todos los ámbitos a los que se refería. Es una realidad histórica que es muy importante en la tradición legal y en el legado histórico del pueblo vasco, sin la cual es difícil entender la posterior evolución de las realidades jurídico políticas del país de los vascos.

En los territorios vascos no hubo feudalismo propiamente vasco, como en suiza. En suiza, cuyo ejemplo puede ser la leyenda de Guillermo Tell, la nobleza era austríaca, no propia. Y aquí un poco lo mismo. La guerra de banderizos fue un poco eso, el intento de unos de sobreponerse sobre otros, es decir, tener unos derechos hereditarios y una posición de fuerza, cosa que no se logró, permaneciendo por ello los fueros en toda su realidad, con sus características propias. Los llamados Parientes Mayores se quedaron en el olvido. Si, hubo feudalismo en territorios vascos, periféricos, pero nunca fue un fenómeno propiamente vasco.

sábado, 11 de febrero de 2012

Euskadi, entre lo sustancial y lo accesorio

Decíamos ayer que nuestro compromiso es con Euskadi. Porque como dice Jose Luis Bilbao, los vascos, no tenemos más patria que esta, es decir, la nuestra, la de todas y todos nosotros. Y hoy como ayer, y mañana, creemos en un nacionalismo cívico del siglo XXI, y en que Ibarretxe es nuestro Lehendakari. Porque no hay de otra. Y seguimos pensando, como ayer, que el gobierno de lakua es el gobierno del fin del mundo (siempre que no lo evitemos) y que hay que derribar un gobierno (el de López) para poder construir (o reconstruir) un país, Euskadi. Porque para conocer las realidades hay que ir a la sustancia, ir al contenido, ir a lo real, separando lo ficticio, lo noticiable, salir de la nota de prensa y la foto de campaña, aunque no esté ni convocada tal campaña, que por más que algunos prefieran la foto fija, la Euskadi real está siempre en continuo movimiento, y es a esa, y no a la otra, a la que debemos responder, a la que hay que atender lo que reclama, que es lo que de verdad importa.